Políticas para el 2011

Es bueno que el Partido Radical vaya sondeando lo que sucede con la agenda gubernamental para este año 2011, en la perspectiva de centrar sus esfuerzos en los sectores ciudadanos que se verán afectados por la aplicación de una política que el propio Piñera ha calificado como impopular.

La jugada del Presidente y su equipo es dar este año un golpe de timón que les permita aprovechar una Concertación cuyas pugnas de poder aún son palpables y causan dolores de cabeza, y por otro, una Alianza más o menos ordenada, antes de que evidencie las mellas de las exigencias de cuotas y la lucha por la unción presidencial.

Mujer y trabajo

Uno de los elementos centrales de este período, que inaugurará Marzo, será la ofensiva para conseguir abaratar los costos de la inclusión de la mujer al mundo del trabajo. Los bajos porcentajes de participación empujan los números de pleno empleo y los costos de la mano de obra. La Concertación hizo esfuerzos por aumentar la masa laboral, con la incorporación de políticas que incentivaban la contratación a bajo precio de jóvenes. Ahora es el turno de la mujer. En nuestra administración las sala-cunas no fueron suficientes para incentivar la entrada de la mujer al trabajo y hoy se baraja flexibilizar el postnatal y crear incentivos tributarios para su contratación, o sea, “haciendo caridad” con el dinero de todos los chilenos y chilenas.

Construcción de mayorías

Otro elemento del período será el esfuerzo por cooptar a parlamentarios del PRI y de la Concertación, en menor medida, para lograr mayorías circunstanciales en el Parlamento. Esta, que es una política declarada, tendrá que mantener en guardia a nuestro Partido para denunciar a quienes aparezcan sumándose a acuerdos que sean contrarios a nuestra propuesta ciudadana, y vigilando a varios Democratacristianos, que como Sabag, están dispuestos a apartarse de lo que nuestros votantes nos demandan para lograr pequeñas ventajas distritales.

Salud privada

La reforma a la Salud es otro frente que atacará la Alianza. No basta la posibilidad de que por la vía de la estrangulación del sector público se abra la reserva pública al poderoso sector privado. Esos primeros pasos ahora serán institucionalizados bajo la égida de “la eficiencia privada”. Se abandonará la vía de la eficiencia pública, fortaleciendo al sector, contratando profesionales adecuados para asistir a la mayoría de la población; esa vía será abandonada con las reformas institucionales que ello demande. El lobby con el Colegio Médico, con las Clínicas Privadas y las Isapre será fuertísimo y nosotros tendremos que elaborar un relato que clarifique esta política de derecha, contraria a los intereses de las mayorías. Situarnos en la avanzada como Partido será bueno para la gente.

Energía

Un aspecto que ha aparecido como contradictorio en este Gobierno y que se manifestará con fuerza, como ya lo ha demostrado la firma del decreto preventivo de racionamiento eléctrico, será el impulso al sector eléctrico, donde se esconden buena parte de los camaradas del Presidente, como lo demostró su salida sumaria para la termoeléctrica en Punta de Choros. Pero esa misma cercanía será la que se usará ahora para favorecer a sus amigos, los Matte, para construir las megacentrales en Aysén, lo que en verdad, aparece como un complemento menor a la política de Rodríguez Grossi a favor de las termoeléctricas a petcoke en nuestros Gobiernos. Las cosas por su nombre.

Pobreza

La pobreza es un eje del discurso político de este Gobierno que se ha esmerado por inflar las estadísticas, a fin de que, en el corto plazo, ellos puedan llevarlas a la baja demostrando la eficiencia de las políticas de derecha en este combate.

Aquí el Ministerio de Desarrollo Social, las medidas contra la delincuencia, el aumento de la cobertura previsional (que se basará en el ahorro de padres para hijos, una idea irrisoria), el ingreso ético familiar y el aumento de la productividad (que quizás sea la política mejor intencionada) serán centrales y necesarias de monitorear de cerca. Sabemos que se generarán intersticios que mellarán el poder de negociación de las mayorías, que beneficiarán a los grandes empresarios por la vía de descuento de tributos (disminuyendo los ingresos del Estado), y el gasto social (con la destrucción de la regla de superávit estructural que blindó en su momento a la economía nacional) que permite que el objetivo del empleo y la remuneración sean subsidiados por todos los chilenos, ayudando una política de irresponsabilidad social del gran empresariado, clientes políticos legítimos de este Gobierno de derecha.

En fin, creo que como Partido debemos hacer una lectura acuciosa de los focos que están poniendo los grupos pensantes de derecha para observar prolijamente hacia dónde se mueve este Gobierno y delinear una táctica política que nos permita ir adelante, provocando acercamientos con los sectores más afectados por este Gobierno.