viernes, 18 de febrero de 2011

Corolario de la Intendenta

Parece que este verano en muchos aspectos ha sido especial, no sólo por los fuertes temblores que nos han recordado la tragedia del 27/F, ni por las lluvias sorpresivas que han dejado a medio mundo con la boca abierta, si no que especialmente, por el capítulo de la Intendenta del Bío Bío.


Más allá de compartir o no la decisión presidencial –que también dejó perplejos a otro montón de votantes de derecha- quiero, en estas líneas, hacer un corolario, una última derivada –a lo menos en lo que a mi respecta- sobre este bochornoso episodio.



Y es que creo que,, otra vez como oposición nos jugamos mal las cartas.



La difusión de los dichos de la Van Rysserlberghe fue sensato. No se podía ocultar una barbaridad como esa y era una buena oportunidad para mostrar dos cosas, que la propia Alianza de Bío Bío hace tiempo señala: que la Intendenta maneja los asuntos como en una parcela propia e inajenable –de ahí su sincera seguridad para decir lo que dice y que es verdad- y en segundo lugar, que la Intendenta no es la Intendenta de Bío Bío, si no, que es la candidata a Senadora por la circunscripción, así de claro.



Pero decía que otra vez nos jugamos mal las cartas, porque ese triunfo político que significó que los dos principales diarios de derecha del país, como lo son El Mercurio y La Segunda, dieran amplia difusión a la noticia, que durante los primeros días casi fue “mito urbano” y que aún más, ventilaran las fuertes pugnas que se han incubado entre RN y la UDI eran una guinda, solo comparable a la cuenta que surgió de todo esto: que la UDI, en su carrera presidencial desatada, también tiene un desorden interno -lo que literalmente se llama “una bolsa de gatos”- que no sabe como calmar ni ocultar.



Suma y sigue: Hinzpeter siendo víctima otra vez de “violencia intrafamiliar” de parte de sus socios de la UDI, con declaraciones que hasta un Concertacionista como yo, consideramos una verdadera salida de madre y un agravio gratuito.



Pero jugamos una política de “tejo pasado” que llevó a un final como el que vimos. Fue la amenaza de una acusación constitucional la que nos llevó a fojas cero.



El Gobierno quedó en un escenario que no permitía dudar. Con todos los anticuerpos que tiene Van Rysserlberghe entre parlamentarios de la Alianza, de no mediar una fuerte señal de la Presidencia, posibilitaría la jugada de la acusación y aparecería un Ejecutivo RN (Piñera y Hizpeter) sacrificando la niña símbolo de la UDI en verano.



La amenaza de la acusación no fue una buena jugada y llevó a que Piñera y sus asesores sumaran y restaran y vieran que ante la inminente ruptura con la UDI, sacrificar hoy unos puntitos más de desaprobación no estaba tan mal, como para comenzar el año. Ya vendrán las leyes sobre el 7% de los jubilados y las trilladas cifras de empleo, para revertir los guarismos. Pero la relación con la UDI se salvaba y no había donde perderse: no serían ellos quienes inmolaran a la incombustible Intendenta; será el tiempo, el parlamento y su incontenible deseo de ser la dueña del escaño senatorial por Bío Bío, lo que la haga cometer gruesos errores hasta romper el saco. Total, ella es así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario