sábado, 31 de julio de 2010

Propiedad del Agua

Un querido colega de Valdivia nos hacía presente las implicancias de la aplicación del Convenio 169 de la OIT y sus impactos en la propiedad de extensas zonas del borde costero y ríos. Según esta norma las comunidades Lafkenche serán objeto de sesión de estos territorios acuícolas, y claro, de ahí un paso para que otros privados “arrienden o compren” un bien escaso y que requiere capital para su explotación.

Como presidente de la Comisión de Fomento Productivo del Core de O’Higgins, hace un año estamos tratando fuertemente el tema del agua y esta noticia proveniente de Valdivia da una buena oportunidad para persistir en una propuesta que durante la última campaña (y única) en que hemos tenido un precandidato a la presidencia de la República, los Radicales pusimos sobre la mesa, que es el problema del Agua.

El Senador Anselmo Sule es recordado aún por haberse negado a la privatización de las sanitarias, a contrapelo de la posición mayoritaria de la Concertación. Hoy su ejemplo aún vale, pues somos el único partido que ha planteado con vigor que se debe revisar el problema de la propiedad del agua.

La Constitución de Bolivia en su Artículo 20, título III señala:
“El agua y alcantarillado constituyen derechos humanos y no son objeto de concesión ni privatización”.

De hecho, el Estado Boliviano esta semana realizó una presentación ante la ONU para aumentar con este Derecho la Carta de los Derechos Humanos.

Toda esta larga vuelta no es más que para ratificar que nuestro esfuerzo debe encaminarse en la vanguardia y hoy la vanguardia está en la sustentabilidad de nuestro desarrollo y ese desarrollo está ligado indefectiblemente a un modelo económico distinto cuyos ejes no son los actuales por los motivos que ya conocemos (a más abundamiento la Casen).

La propiedad del agua (en cualquiera de sus formatos) es vital para el futuro. En nuestra región basta que un gran proyecto minero compre los derechos de agua transables y deje los valles aguas abajo convertidos en secano, o como está ocurriendo en la Comuna de Pichidegua (Alcalde Radical) donde una termoeléctrica pretende instalarse, a pesar de nuestra oposición, en el corazón del valle agrícola, sin ninguna certeza respecto a los impactos en las aguas subterráneas que hoy sirven a la agricultura y también al consumo humano.

El Partido Radical debe persistir en señalar que la propiedad del agua debe ser de todos los chilenos y no de los que puedan pagarla. Sin duda en el caso de Valdivia, con los derechos de agua que serán entregados en virtud de la aplicación del 169 emigrará rápidamente a la compra de derechos a las comunidades y la privatización de extensas áreas acuícolas. La aplicación del tratado en este caso es un verdadero caballo de Troya que debe ser anunciado y denunciado.

miércoles, 28 de julio de 2010

Centro Regional del Agua

Este martes 27 de Julio unánimemente aprobamos en el Consejo Regional de O’Higgins el financiamiento necesario para la puesta en marcha del Centro Regional del Agua para la Agricultura.

Esta iniciativa ha sido promovida por la Universidad de Concepción, cuyos líderes son los Doctores Holzapfel y Arumí, quienes durante muchos años han estado presentes en la región desarrollando importantes investigaciones de campo sobre temas relacionados al agua para la agricultura, estudios que pasan desde estrés hídrico hasta problemas de contaminación y sustentabilidad. Hoy, con un aporte cercano a 800 millones de pesos podremos ver concretado el proyecto durante los próximos cuatro años.

Debemos señalar que fue muy importante la actitud del nuevo Director Regional de CORFO, una entidad a la que los radicales nos sentimos profundamente asociados, quien organizó la mesa en que iniciamos la discusión para buscar la forma de poner en valor esta iniciativa y operativizar el Centro del Agua en cuestión

Finalmente se logró establecer un fondo conjunto con aportes de InnovaChile de Corfo, a través de su Fondo de Innovación para la Competitividad, recursos de las universidades de Concepción y de California, de la Comisión Nacional del Riego, la Federación de Juntas de Vigilancia, la Corporación para el Desarrollo Social del Sector Rural, la Sociedad Nacional de Agricultura, Fedefruta y la Asociación Gremial de Riego y Drenaje, entre otros.

Este proyecto se enmarca absolutamente en la línea que hemos asumido en la Comisión de Fomento Productivo, de dar a la discusión en torno del agua para la región un estatus de prioridad, motivando iniciativas como las que comentamos, donde mediante la investigación logremos avanzar a propuestas concretas para la sustentabilidad del recurso, de cara a los desafíos que impone nuestra posición en la economía nacional, donde los productores agrícolas de la región, en especial los más pequeños, tengan herramientas que acorten las brechas y la incertidumbre, más aún con las consecuencias del cambio climático modificando las condiciones hídricas de manera notoria.

sábado, 10 de julio de 2010

El agua: los jóvenes la ven como un derecho.

Días atrás fui invitado como Consejero Regional para participar de una multitudinaria reunión con la comunidad de Pataguas en la comuna de Pichidegua, donde jóvenes profesionales, hijos de los parceleros y trabajadores del sector, expondrían sobre un preocupante pre-proyecto de instalación de una termoeléctrica en un área que el plano regulador de la comuna de Pichidegua ha destinado para la instalación de agroindustria.


El lugar es cruzado por la ruta H-886 que une la H-76 con la Carretera de la Fruta y se caracteriza por el verdor permanente producto de una actividad agrícola intensiva que ha permitido el asentamiento antiquísimo de personas, convirtiéndose en un polo de desarrollo para la comuna.



El proyecto en cuestión está presentado como “verde”, esto es: generación termoeléctrica mediante la quema de biomasa, lo que a priori lo aparta de la más tradicional de las termoeléctricas que funcionan por quema de hidrocarburos.



No obstante, a poco andar se develan algunas prácticas y esquemas que llaman la atención y que intentaremos exponer brevemente.



El contrato de arriendo con compromiso de compra fue suscrito por una sociedad anónima forestal, la que en el terreno realizó prospección de agua, instalando dos pozos profundos a lo menos.



El preproyecto es presentado por dos profesionales que no aclararon cómo conseguirán los recursos para la construcción de unas instalaciones de por si costosas. Esto, que puede parecer un verdadero atentado al emprendimiento, no es un dato menor, por cuanto hizo sospechar a la comunidad que tras este preproyecto se oculta un actor mucho más poderoso y que aparentemente no desea “aparecer”.


Los cabos sueltos suman y siguen.



La biomasa que será consumida para la generación es una mezcla de chips de madera y estiércol de pollo. O sea, es un excelente proyecto que ayuda a disminuir el gran problema de los productores de ave, que es la disposición final del guano que genera la industria y que está instalada con profusión en las cercanías.



Entonces, Eureka!



Sucede que el proyecto beneficia directamente a la industria productora de pollos que podrá dar un uso distinto al guano de pollo, obteniendo ganancias por un “producto” que sólo genera costos. Pero seamos francos, entre seguir acumulando estiércol en la región, con la consabida explosión de vectores en la zona, como la mosca que es la más notoria por lejos, este sería más que un proyecto, una buena noticia, entonces ¿Qué hace temer a los habitantes de Pataguas y obliga a que el proyecto se camufle con una sociedad forestal?



Ni más ni menos que dos cuestiones absolutamente potentes:



1.- El estado de saturación por contaminación que flagela el valle y que se vería incrementado por la termoeléctrica, en especial al tener que reconvertirse a hidrocarburos ante un escenario posible de escasez de biomasa y



2.- La termoeléctrica usaría más del doble del agua que hoy se destina al consumo de la población, con el consiguiente impacto en la napa y la disponibilidad de agua PARA CONSUMO HUMANO en el mediano plazo.



Otra vez un proyecto que no es parte de la Estrategia de Desarrollo Regional y que precariza la disponibilidad del vital elemento, un tema de suyo sensible, pretende entrar por puertas pequeñas abiertas con maña, pero que esta vez ha generado bastante ruido en una comunidad que ve con orgullo a los más jóvenes organizarse para la defensa de algo que, como en muchos países del mundo, debería ser un Derecho Humano consagrado en la Constitución: el AGUA. Esto ha sido promovido con fuerza por nuestro Partido Radical y nos hemos hecho cargo de ello en la gestión de la Comisión de Fomento Productivo, procurando marcar la agenda de la región en esta materia.

domingo, 4 de julio de 2010

Autoridad y mala educación

La Encuesta Nacional de Primera Infancia, realizada por la Junji, Unesco y Unicef, nos señala que el 53% de los padres dice tener problemas para imponer y hacer cumplir normas a los hijos.

Seguramente a Usted como a mi, no nos sorprende lo bajo del porcentaje, porque a vuelo de pájaro uno tiende a pensar que este es un fenómeno algo más extendido que este preocupante 53%.


Es cosa de ver al interior de la escuela –vuelta al tema a pesar de que el Simce ya pasó- donde padres sin autoridad abogan por terminar con la autoridad dentro de la escuela, quedando el niño y la niña, por no hablar de lo evidente en el caso de los jóvenes, a merced de sus impulsos, construyendo sus propios mecanismos de defensa y oposición grupal, respecto al dominio de los otros (Uso aquí el término “dominio” en el contexto de la obra del biólogo Esteban Maturana).


En la escuela vemos a padres y apoderados cuestionar los dispositivos disciplinantes, pero luego lamentar la efervescente aparición de la intimidación mediante ataque, conocida hoy como “bullying”.


En la escuela vemos proliferar medidas no pedagógicas que consumen la acción pedagógica a que está llamada la escuela, como por ejemplo la Jornada Escolar Completa diseñada para retener estudiantes en el establecimiento y reducir la incertidumbre que obligaba al 50% de la población (léase las madres) a no emplearse, encogiendo la oferta de mano de obra.


Las cosas por su nombre: es que en Educación hace rato la Pedagogía importa menos que lo que otras disciplinas, como la economía y la sociología estiman importante.


Psicólogos y Asistentes Sociales en el sistema escolar convencieron a nuestros jóvenes padres de la emergencia de una nueva era en el trato familiar, donde los derechos terminan por estar por sobre las obligaciones y donde transar la autoridad era la forma de nivelar las carencias de tiempo y dinero respecto a los hijos. Y claro, la base de la estructura del sistema escuela terminó por caminar desacompasadamente este nuevo camino. El profesor que pone orden es autoritario, el exigente no da cuenta de la diversidad y el estudioso no es más que un “perno”.


Pero para que la pedagogía fluya requiere de un ambiente disciplinante donde sea posible no sólo hacer la clase, si no también se promueva el esfuerzo, el aprendizaje efectivo, donde el niño y la niña sientan seguridad y protección, sepan de normas claras de convivencia y autoridad a la hora de hacerla cumplir en beneficio de todos, donde la nota y la repitencia no son un “accidente”, si no una herramienta pedagógica.


El punto, para los que pretendan caricaturizar esta posición, no son palmadas más o palmadas menos, ni castigos innombrables, el punto es que debemos entender que los niños y niñas son personas en proceso de formación y la formación requiere estándares, normas e incentivos. El proceso de formación requiere de autoridad y también prudencia… pero dentro de esa posición innegociable de autoridad.